EL SINDICALISMO EN LA REPUBLICA DOMINICANA

 


I.INTRODUCCIÓN


CAPITULO I 


1. Conceptos de Sindicato


2.  El Movimiento Sindical o Sindicalismo


3.  Nacimiento de los sindicatos en Europa


4.  Historia del movimiento Sindical en Rep. Dom.


CAPITULO II  


1. El sindicalismo


2.  Política y sindicalismo


3. Tendencias al sindicalismo dominicano?


II.CONCLUCION


III. BIBLIOGRAFIA





I.      INTRODUCCIÓN 


En este tema daremos algunos conceptos de lo que es sindicato, El Movimiento Sindical o Sindicalismo, hablaremos sobre el Nacimiento de los sindicatos, Historia del movimiento Sindical Dominicano, El sindicalismo, Política y sindicalismo, Quienes orientan al sindicalismo dominicano.


Se dice que desde comienzo de la humanidad los hombres han tenido la necesidad de unificarse para poder logra un objetivo, en tiempos de guerras, han dejado a un lado sus diferencias internas para combatir a un enemigo exterior, es decir que se solidifican para tener más fuerzas.


En tiempos modernos los trabajadores y empleadores han tenido que recurrir a esta unión, no para la guerra, sino para exigir reivindicaciones y mejoras en los distintos trabajos,   labores y negocios en que se desenvuelven.


Gracias a esta unión de trabajadores y por otro lado de empleadores nacen los sindicatos lo cuales según   el Código de Trabajo es toda asociación de trabajadores o de empleadores constituida de acuerdo con este Código, para el estudio, mejoramiento y defensa de los intereses comunes de sus miembros.


El sindicalismo dominicano, se dice que existen factores exógenos, que provienen del ambiente exterior como son las acciones de gobiernos y patronos contra el sindicalismo, nuevas tecnologías, elevado crecimiento del sector informal, alta tasa de desempleo, cambio en los valores de la sociedad, leyes que no protegen a las organizaciones sindicales; estos factores externos generan la necesidad de realizar cambios.


En cuanto a los factores endógenos, o internos, crean la necesidad de cambiar alguna estructura o comportamiento sindical, estos factores provienen del interior de las propias organizaciones sindicales y sus dirigentes, son producto de la interacción de sus participantes y de la tensión provocadas por la diferencia de objetivos e intereses, que se reflejan en la debilidad o crisis del sindicalismo dominicano en la actualidad.


El movimiento sindical o sindicalismo no es más que la organización colectiva de los trabajadores en sindicatos para la defensa de sus intereses y mejores condiciones de trabajo, frente a los empleadores, las organizaciones empresariales y los gobiernos. En la República Dominicana el trabajo es precario e informal, que dificulta la organización sindical. Espero que este trabajo le guste y llene sus expectativas.


CAPÍTULO I

      

1.      CONCEPTOS DE SINDICATO


El Artículo   317 del Código de Trabajo establece que el sindicato es toda asociación de trabajadores o de empleadores constituida de acuerdo con este Código, para el estudio, mejoramiento y defensa de los intereses comunes de sus miembros.


El sindicato es una asociación integrada por trabajadores ya sea de empresas públicas o privadas que se agrupan en defensa y promoción de sus intereses sociales, económicos y profesionales relacionados con su actividad laboral o con respecto al centro de producción, y que desde el momento de la asamblea de constitución se convierte en una Persona jurídica.

      

2.      EL MOVIMIENTO SINDICAL O SINDICALISMO


El movimiento sindical o sindicalismo  es la organización colectiva de los trabajadores en sindicatos para la defensa de sus intereses y mejores condiciones de trabajo, frente a los empleadores, las organizaciones empresariales y los gobiernos. Los Sindicato (en inglés union o trade union) deben ser, por lo tanto, organizaciones democráticas integradas por trabajadores en defensa y promoción de sus intereses de clase (sociales, económicos, profesionales) respecto al centro de producción (fábrica, taller, empresa) o al empleador con el que están relacionados contractualmente.


Por todo ello, los sindicatos son combatidos por los patrones explotadores y gobiernos antidemocráticos, habiendo tenido necesidad de intensificar las luchas extremadas con huelgas y paros generales, para que se les reconozca mínimas conquistas, muchas veces escamoteadas por intervención de los organismos estatales parcializados con los intereses patronales, que tratan por todos los medios de desconocer el derecho de reunión o asociación. En los países donde los derechos de los trabajadores están más reconocidos, se suele buscar la firma de convenios colectivos y acuerdos refrendados por las Autoridades Administrativas del Ministerio de Trabajo.

      

3.      NACIMIENTO DE LOS SINDICATOS EN EUROPA


En los años 1830 aparecen las primeras organizaciones obreras agrupando a los trabajadores según su oficio. En Inglaterra tomaron el nombre de tradeunions (literalmente 'uniones de oficios') o simplemente unions. En 1829 John Doherty fundó la Gran Unión de los Hiladores y Tejedores a Destajo de Gran Bretaña y la primera central sindical de todos los oficios de la historia: la Asociación Nacional para la Protección del Trabajo. Agrupaba 150 sindicatos con 100.000 miembros. Publicó el histórico periódico obrero: "La Voz del Pueblo". En Francia el sindicalismo aparece también en la década de 1830, con las primeras crisis económicas. Adopta el nombre de syndicat (sindicato), que quiere decir también unión. Fueron las obreras francesas las primeras en organizarse contra las condiciones de explotación en los aserraderos de Burdeos y en las fábricas textiles de Lyon.

      

4.      HISTORIA DEL MOVIMIENTO SINDICAL EN LA REP. DOM.


El surgimiento del movimiento obrero dominicano, solo fue posible a partir de los cambios económicos y tecnológicos acontecidos durante el último cuarto del siglo XIX. En el largo período que va desde el descubrimiento y colonización de la Isla de Santo Domingo hasta el inicio de la Primera República en 1844, en la formación social dominicana prevalecieron modalidades atrasadas y pre capitalistas. Mientras Europa y Norteamérica conocían el capitalismo mercantil e industrial, la República Dominicana se retrotraía a una economía agro exportadora, que tenía sus más importantes centros de producción en las zonas tabaqueras de la región del Cibao y en el corte de madera de la región Sur del país.


Siendo la producción nacional fundamentalmente agraria, la población se concentraba en la zona rural, mientras que el Estado y la precaria vida urbana, vegetaban a expensa del campo. La manufactura estaba relacionada principalmente con la producción y tratamiento del tabaco y elaboración de cigarros. Esta situación comenzó a revertirse a partir del proceso de inversión de capitales provenientes de Cuba y de otras latitudes y la fundación de decenas de ingenios y centrales azucareros, además de una variada manufactura que iba desde fábricas de jabón, de cigarrillos, aserraderos de vapor, velas, refrescos, cervezas y fideo. Estos cambios dieron origen al comienzo del capitalismo, al nacimiento de la clase trabajadora, la proletarización del campesinado dominicano y al auge de la vida urbana.


Iniciado el siglo XX los trabajadores fueron utilizados por los políticos caudillistas, pero con la ocupación militar de 1916 y hasta 1930, cuando Rafael L. Trujillo tomó el control del Estado dominicano, fueron de importancia la profundización de la producción industrial, el aumento de sector obrero, la lucha nacionalista y la sindicalización de la clase obrera, surgiendo en 1920 la Confederación Dominicana del Trabajo y la aparición de organizaciones marxistas vinculadas a la clase obrera, como fue la Asociación “AISOC en 1929”.


Aún en el marco de una terrible dictadura que se prolongó por treinta años (1930-1961), los trabajadores se expresaron en la protesta social, realizaron huelgas triunfantes en el sector azucarero y enfrentaron políticamente la represión oficial y el control sindical de los funcionarios del régimen. Públicamente, dirigentes obreros marxistas expresaron su ideología, dirigieron las luchas de los trabajadores, conocieron las cárceles, el exilio y la muerte. Finalizada la dictadura en 1961, se abrió un breve espacio de libertad política resurgiendo un movimiento obrero que rechazaba el obrerismo oficial, participaba en las protestas sociales y políticas, y buscaba la diferenciación con los sindicatos y centrales obreras formadas y controladas por intereses foráneos, partidos conservadores, y grupos patronales. La Revolución de Abril de 1965 consolidó el liderazgo sindical revolucionario y terminada la guerra civil el proceso dio paso a la unificación del movimiento y al surgimiento de organizaciones obreras revolucionarias.


CAPITULO II

      

1.       EL SINDICALISMO 


El 24 de septiembre de 1946 se realizó el Primer Congreso Nacional de Trabajadores, con la participación de dirigentes obreros de distintas regiones y tendencias, aprovechando la apertura que Trujillo brindó a grupos de oposición.


A fines del siglo XIX es cuando empiezan a organizarse diversos grupos de trabajadores en la República Dominicana. En 1905 se forman algunas organizaciones de trabajadores, entre ellas el Gremio de Panaderos  de Santiago, también surgen otras asociaciones en los sectores portuarios y azucareros.


José Eugenio Kunhardt fue uno de los pioneros del sindicalismo dominicano, era un agrimensor, que siempre defendió a los trabajadores dominicanos, estuvo en la cárcel y en el exilio durante el gobierno del Presidente Heureaux. Falleció en su ciudad natal de Puerto Plata en 1928. En 1919 se creó en Santiago la Hermandad Cigarrera, formada por trabajadores de las diversas empresas tabacaleras de Santiago. El 17 de noviembre de 1929 se constituyó la Confederación de Trabajadores Dominicanos (C.T.D.), incorporada el 10 de abril de 1930 por el Presidente Rafael Estrella Ureña.


Rafael Leónidas Trujillo asume el poder en 1930, que comienza una etapa de una dictadura muy fuerte frente a los líderes de oposición, las organizaciones de trabajadores y contra los intereses del pueblo dominicano. Durante los gobiernos de Trujillo no existió libertad sindical.


En 1942 una huelga de trabajadores azucareros en el Central Romana es reprimida por los militares. En 1943 se dicta la primera ley para regularizar las organizaciones sindicales. En enero de 1946 se realizó la acción de mayor trascendencia de parte de los trabajadores frente a la dictadura de Trujillo que fue la huelga de trabajadores de la región del Este que se originó en La Romana y se extendió a San Pedro de Macorís, duró una semana y concluyó con un aumento en los salarios de los trabajadores, pero también le costó la vida a varios dirigentes, persecuciones y prisiones para otros.


El 2 de marzo de 1946 fueron asesinados en La Romana Ángel María Dickson   (Blanquito), y Héctor Porfirio Quezada (Negrito). El líder de estas acciones fue Mauricio Báez, quien después de estar en prisión logró asilarse en la Embajada de México, en Santo Domingo, salió hacia La Habana, Cuba, donde fue asesinado por esbirros del dictador Trujillo. Mauricio Báez fue el principal líder obrero para los trabajadores azucareros del Este, desempeñó el cargo de Presidente de la Federación de Trabajadores de San Pedro de Macorís, tenía todas las características de un líder sindical nacional, tanto en la industria del azúcar como en toda la región del Este.


Las leyes laborales dominicanas llevan retroceso a los derechos de los trabajadores y un ejemplo es la Ley No. 187 del 2007, conocida como el “pasivo laboral” que dispone que las sumas recibidas y aceptadas cada año por los trabajadores hasta el primero de enero de 2005, se consideran como saldo definitivo y liberatorio por concepto de sus prestaciones laborales; los empleadores que pagaron las prestaciones laborales anualmente a sus trabajadores quedan liberados de toda responsabilidad civil o laboral en cuanto a los años de servicios prestados por sus trabajadores hasta el primero de enero del 2005. Esta ley que apoyada por dirigentes sindicales, una demostración de la debilidad del sindicalismo dominicano.


Las Leyes laborales no indican en ningún momento alguna mejoría en las condiciones de vida y trabajo para los trabajadores dominicanos, ahora el sector patronal quiere revisar el Código de Trabajo para eliminar la cesantía que reciben los trabajadores legalmente por el tiempo trabajado, además han manifestado que están opuestos a la ratificación del convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre los derechos laborales y sociales de los trabajadores domésticos.


En el sindicalismo dominicano existe un estancamiento cualitativo y cuantitativo, no crecen los números de afiliados, ni de nuevos dirigentes, y muchos de los actuales directivos están agotados. No hay sindicatos “grandes”, que sean modelos en organización, educación, movilización y representatividad, tampoco existen dirigentes que sirvan como modelos para los jóvenes trabajadores, y que ellos pretendan imitar en el futuro.


Los sectores dinámicos de la economía tienen un nivel muy bajo de organización sindical. Otros sectores, como las ONG, sectores populares y la Sociedad Civil ocupan espacios que antes eran del sindicalismo. Para los empresarios, el sindicalismo actual no representa ningún peligro, por el bajo nivel de organización sindical en los sectores industriales. Se realizan HULEGAS, organizadas por sectores populares y barriales, por encima del sindicalismo.


Antes quienes organizaban las huelgas en el país eran las organizaciones sindicales, pero en los últimos 20 años casi no se realizan huelgas de trabajadores, aunque en el sector de transporte se realizan paros de labores. Se pierden espacios de representatividad, ejemplo; el sistema de seguridad social, antes, en el Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), los trabajadores organizados representaban el 33%, en forma tripartita, ahora son tres dentro de 17 miembros en el Consejo Nacional de Seguridad Social.


A las organizaciones sindicales les interesa la vigencia del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) porque tienen fuentes de empleos, para dirigentes sindicales y familiares, además privilegios para los dirigente sindicales que participan en el organismo de dirección. No existe un dinamismo sindical. Los contratos colectivos de condiciones de trabajo se han reducido en un 70%, y los que existen son, en su mayoría, una copia del código de trabajo. No hay expectativas sobre las posiciones del sindicalismo en los casos de crisis políticas, económicas o sociales.

      

2.      POLITICA Y SINDICALISMO


Los partidos políticos no tienen departamentos sindicales dinámicos, como antes. Los sindicalistas que actúan en los partidos políticos sólo aparecen en las campañas electorales, no representan alternativas ante los acontecimientos nacionales. Los gobiernos sostienen dirigentes sindicales que los obliga a mantenerse callados frente a las acciones gubernamentales. Desde el inicio del nuevo sindicalismo dominicano, después de la muerte del dictador Rafael L. Trujillo, la política estuvo presente en el sindicalismo.


La primera organización que se creó en 1961, el Frente Obrero Unido Pro Sindicatos Autónomos (FOUPSA), fue una creación de Unión Cívica Nacional (UCN), en menos de tres meses se dividió por intereses partidistas, y se crearon tres organizaciones, FOUPSA CESITRADO, FOUPSA LIBRE y FOUPSA. Los sindicalistas Miguel Soto y Américo Monegro fueron diputados por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), luego en cada elecciones surgían diputados procedentes del sindicalismo, como fueron los casos de Jacinto de los Santos, Henry Molina, Juan Pablo Gómez, Nélsida Marmolejos, Eulogia Familia, Fernando de la Rosa, Fernando Guante, y muchos otros.


A excepción de Juan Hubieres, que no se sabe si está como sindicalista, empresario o político, ningún partido político presenta dirigentes sindicales para cargos legislativos y aun existiendo cientos de cargos de vice Ministros, los dirigentes sindicales no son tomados en consideración por ningún gobierno, ni por los partidos políticos. La política y la economía, que controlan el mundo de hoy, donde la globalización es un proceso que pretende eliminar todo debate ideológico, para que todo sea centralizado en la economía, el mercado, la competitividad y la eficacia, incluyendo el sindicalismo. La globalización plantea un nuevo sistema, con una nueva agenda, para hacer olvidar los problemas de las clases sociales, las diferencias entre el norte y el sur, las tensiones entre países pobres y ricos, entre el primer y el tercer mundo, la deuda exterior y otros problemas que afectan a los sectores más pobres del mundo. La globalización desea que exista un pensamiento único, y que los que pueden pensar sean los que detentan el poder económico.


La historia demuestra que los trabajadores, y en especial los sindicalistas, tenemos nuestra propia visión de los problemas sociales, políticos, económicos y morales, aunque tenemos que admitir que actualmente el sindicalismo dominicano no ha interpretado los tiempos modernos, y el papel de los trabajadores frente a la globalización.

      

3.      TENDENCIAS AL SINDICALISMO DOMINICANO


Quienes mayormente orientan al sindicalismo dominicano son las organizaciones internacionales como la Confederación Sindical Internacional (CSI), antiguas CIOSL y CMT, y la Confederación Sindical de las Américas (CSA), antiguas ORIT y CLAT, que son procesos de unidad de organizaciones internacionales, pero en las bases permanece la misma división.

    

II.   CONCLUSIÓN


En este trabajo podemos decir que la escasez de sindicalistas que sufre la República Dominicana hoy en día, es porque los Sindicalistas de Ayer resultan que son los Funcionarios de Hoy. Desde que la humanidad ganó un poco de conciencia, sintiendo la necesidad de que sus prioridades sean atendidas, se unieron en células de ideales similares para de forma altruista exigir mejores condiciones de vida. Sindicatos fue el término, entre otros, para mejor identificarse. Pero hoy, ese niño que nació con una mística, ha perdido mucho terreno.


En lo que respecta a nuestro país, esos grupos sociales no han podido copar con las brechas y han sido víctimas de sus propias gentes. No son todos los que están, y no creo que están todos los que son, pero si ha dejado mucho que desear, basado en los resultados obtenidos. Hoy día el sindicalismo en la República Dominicana no es visto como lo fue, más o menos 3 o 4 décadas atrás. Para ese entonces, los líderes gozaban de admiración por la sociedad vigente y emergente, y en un grado elevado, gozaban de respeto hasta por los mismos demandantes.


Desde que la codicia los arropo. Desde que los invadió el deseo ferviente de ganarse un puesto de renombre en el peldaño de la escalera de la sociedad; ahí empezó la debacle, y los resultados no han sido alentadores.  Desde renombrados y respetados prelados hasta el más humilde obrero del campo, concluyen que ya las huelgas no dan frutos. Externan a viva voz, que eso no funciona, que es un fracaso.


Es importante que ese sector haga una revisión seria y desinteresada de los logros obtenidos. Hasta el momento se pueden contar con los dedos de las manos, y creo que sobran dedos para tejer una tarraya. Lo que si faltan dedos para enumerar, es la gran cantidad de muertos por parte de los organismos del estado, hechos que no solo se circunscriben a las actuales autoridades, sino que están incluidos los anteriores. Si no se cambia la estrategia, la metodología, el estilo y hasta los mismos líderes, el resultado será el mismo, ya que los gobiernos vinientes harán lo propio, como si se tratara de repetir el patrón.


Una vida humana no tiene precio. El dinero no alcanza a comprarla. No es justo que para demandar el alumbrado eléctrico de un barrio, o la expansión del sistema de agua potable, o el mejoramiento de calles, etc., etc.; haya que aportar sangre, que en el 95% de los casos son inocentes. Y es que muchos militares (no todos) ven a los huelguistas como sus enemigos, y se les infunde la idea de que estos prospectos de la sociedad representan un peligro inminente para la nación.


La tecnología permite muchos cosas, es asunto de saberla emplear para llegar a todo el mundo y hacerle ver al universo que no es menester una confrontación entre sus mismos nacionales para lograr una conquista. Otro dato, esos mismos que reprimen y masacran vidas humanas, son los mismos que cuando se logra la demanda, se benefician. Hay que analizar las futuras huelgas y su impacto en la sociedad.


Para renovar el sindicalismo dominicano se debe partir de la educación de los militantes en las bases. Es posible que los dirigentes nacionales tengan una buena formación sindical individual, pero no la aplican para el conocimiento de los afiliados a las organizaciones de bases.


Las organizaciones de base, intermedias y superiores (sindicatos, federaciones y Confederaciones), deben elaborar planes educativos, para despertar la conciencia crítica y política de los sindicalistas dominicanos, con contenidos basados en principios, valores y ética sindical, para superar la conciencia mágica e ingenua, además abordar los problemas, aspiraciones y objetivos de la clase trabajadora dominicana. La educción no debe depender sólo de los eventos que patrocinan organismos internacionales, sino a partir de los intereses de los trabajadores.


Enseñar sindicalismo a los trabajadores es una profesión Además del conocimiento de la disciplina, hay una competencia específica que tiene que ver con la transmisión del conocimiento y con el respeto por los principios, los valores y la ética sindical. La organización de los sindicatos deben ser frutos de planes de organización, formación y acción sindical, partiendo de organizar a los sectores dinámicos de la economía nacional.

     

III.    BIBLIOGRAFIA


Hernández Rueda Lupo. Manual Derecho del Trabajo. Tomo II. Editora Lozano, C. Por A. Santo Domingo. 1997.


República Dominicana, Código del Trabajo.


Hernández Rueda, Lupo. Derecho Procesal del Trabajo. Tercera Edición, Editora Dalis, Moca, República Dominicana. 1997.

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