Contenido
Introducción
La Criptomoneda
Principios
fundamentales
Historia
Diferencias con las
monedas nacionales
Legislación
Controversia
Privacidad
Transacciones
El futuro del bitcoin
Bibliografía
Introducción
El bitcoin es una
criptomoneda, sistema de pago y mercancía. El término se aplica también al
protocolo y a la red P2P que lo sustenta, y de forma común se denomina como una
moneda digital. Concebida en 2009, se desconoce la identidad última de su
creador o creadores, apareciendo con el seudónimo de Satoshi Nakamoto.
Se sustenta en la
tecnología blockchain, semejante a un gran libro contable, público y
distribuido, en el que queda reflejado el histórico de todas las transacciones,
en lo que se conoce como cadena de bloques difícilmente falsificable.
Generalmente se usa
Bitcoin para referirse a la red o al protocolo y bitcoin para referirse a las
unidades monetarias.
La Criptomoneda
Bitcoin se caracteriza
por ser descentralizado, no está respaldado por ningún gobierno o banco central
y "carece de seguridad jurídica".
Utiliza un sistema de
prueba de trabajo para impedir el doble gasto (que un mismo bitcoin sea
utilizado varias veces) y alcanzar el consenso entre todos los nodos que
integran la red intercambiando información sobre una red no confiable y
potencialmente comprometida.
Las transacciones no
necesitan de intermediarios y el protocolo es código abierto.
Bitcoin, y en general
las criptomonedas, son un proyecto innovador en constante evolución y cambio.
Existe un cierto consenso en el potencial de la criptomoneda o dinero digital,
augurando un futuro en el que estas pasarán a constituirse en un sistema de
intercambio universal. Su tecnología, blockchain, puede resolver los problemas
de seguridad que suponen los intercambios descentralizados entre iguales, pudiendo
ser de aplicación en muy diversos campos. No obstante, las actuales
criptomonedas, el bitcoin entre ellas, plantean incógnitas que las hacen
sospechosas de fraude.
El carácter del bitcoin
es altamente especulativo, desregulado, por lo que escapa a cualquier control
fuera del propio sistema bitcoin, estando su futuro en entredicho (diciembre
2017). Expertos le atribuyen un valor cero, con signos de haber sobrepasado los
umbrales que le llevarían al desplome. En este caso, al no estar respaldado por
ningún bien tangible, gobierno, entidad financiera o económica, sus poseedores
se encontrarían indefensos.
Principios
fundamentales
21 millones: la
cantidad de unidades nunca podrá exceder los 21 millones de bitcoines.
Sin censura: nadie
puede prohibir o censurar transacciones válidas.
Código abierto: el
código fuente de Bitcoin siempre debe ser accesible para todos.
Sin permiso: nadie
puede impedir la participación en la red.
Pseudoanónimo: no se
requiere identificación para participar en la red Bitcoin.
Permutable: cada unidad
es intercambiable.
Pagos irreversibles:
las transacciones confirmadas no pueden ser modificadas ni eliminadas. Se
genera un histórico.
Historia
Desde la década de
1970, la utilización de firmas digitales basadas en criptografía de clave
pública ha proporcionado un fuerte control de propiedad.
Sobre la base de la
criptografía de clave pública, en 1998 Wei Dai describe b-Money, una solución
descentralizada al problema de pagos electrónicos. Posteriormente, Nick Szabo y
Hal Finney extienden y complementan el trabajo de Wei Dai.
En 2008, Satoshi
Nakamoto publicó un artículo en la lista de criptografía de metzdowd.com donde
describe el protocolo Bitcoin.
El 3 de enero de 2009
la red P2P de Bitcoin entra en funcionamiento con la publicación del primer
programa cliente, de código abierto, y la creación de los primeros bitcoins.
Hasta la invención de
bitcoin era obligado que todos los pagos en el comercio electrónico se
canalizaran a través de entidades centralizadas de confianza, generalmente
bancos y otras empresas financieras, que gestionaban el seguimiento de todas
las transacciones.
Varias empresas y
pequeños negocios aceptan bitcoins como medio de pago para servicios de todo
tipo, como telefonía, alojamiento de webs, tarjetas regalo, asesoría legal,
turismo, y otros. Su ámbito internacional y el hecho que los usuarios pueden
comercializar con un cierto anonimato, ha hecho posible que se abra paso en
sectores cada vez más regulados, como apuestas en línea y partidas de póker.
En el año 2011
Wikileaks solicitó asistencia en bitcoins tras el bloqueo orquestado por los
procesadores de pago electrónico Visa, MasterCard y PayPal. También varias organizaciones
como Fundación Wikimedia, Fundación Mozilla, Internet Archive, Free Software
Foundation, Freenet, Electronic Frontier Foundation y otras más, aceptan
actualmente donaciones en bitcoins.
Los intercambios a
divisas nacionales se llevan a cabo a través de oficinas por Internet, persona
a persona y en cajeros automáticos especializados.
En octubre de 2013, el
bitcoin perdió más de un 25% de su valor al ser cerrada por el FBI la web Silk
Road, mercado negro online de tráfico de drogas que utilizaba esta moneda como
medio de pago.
El 27 de noviembre de
2013, el bitcoin superó el umbral de los 1000 dólares por primera vez,
acumulando un incremento de 4000 % desde el comienzo de dicho año.
Este hecho fue
posible, en parte, debido al análisis y a la respuesta ofrecida por el Senado
de los Estados Unidos.
En diciembre de 2013,
la empresa de capital riesgo Andreessen Horowitz anunció que había invertido un
total de 25 millones de dólares en el procesador de pagos Coinbase. Asimismo,
Li Ka-Shing entró a formar parte del accionariado de Bitpay a través de Horizons
Ventures.
En enero de 2015, la
startup española Bit2Me fue el primer servicio en el mundo que permitió cambiar
bitcoins a euros utilizando más de 10 000 cajeros de la infraestructura
existente en España.
En marzo de 2015, el
gobierno del Reino Unido hizo público los beneficios y riesgos de las monedas
digitales, así como los siguientes pasos a seguir para asentar una posición
oficial respecto a su uso.
En junio de 2017, el
estándar Unicode añadió el punto de código U+20BF como representación del
símbolo de Bitcoin.
En diciembre de 2016,
Blockchain informó que había superado los 10,000,000 de carteras Bitcoin en su
servicio MyWallet, mientras que Coinbase alcanzaba 5,200,000 usuarios,
11,400,000 carteras y 45,000 comerciantes, mientras Bitpay aceptaba más de
60,000 comerciantes a través de su plataforma.
En enero de 2018, el
precio de un bitcoin ronda los 11,000 euros, por lo que teniendo en cuenta el
número total de bitcoins minados, la base monetaria del sistema se aproxima a
los 180 000 millones de euros.
La criptomoneda ha dado
el salto desde el ciberespacio a comercios ubicados en distintas ciudades del
mundo (Nueva York, Londres). En España, varios comerciantes y usuarios del
bitcoin, han acordado su utilización en diversos establecimientos de la calle
Serrano de Madrid. También en Barcelona están desarrollando una estrategia
similar para ubicar distintas tiendas donde se pueden usar los bitcoins en la
zona de la Ciutat Vella.
Diferencias con las
monedas nacionales.
Actualmente, casi la
totalidad de las divisas nacionales, como el peso, euro o el dólar, son dinero
fiduciario. Es decir, los bancos centrales emiten moneda mediante la creación de
deuda que se multiplica a través de los bancos comerciales y el sistema de
reserva fraccionaria. El bitcoin, también con carácter fiduciario, utiliza un
sistema de prueba de trabajo para simular el minado de materias primas.
Sin un valor intrínseco
tanto el bitcoin como el papel moneda, a favor de este último juega el respaldo
de gobiernos y bancos centrales, en tanto que el bitcoin carece de ese respaldo
y su funcionamiento (solo se puede salir y recuperar los fondos si otros
usuarios están dispuestos a comprarlos) se asemejaría a un esquema Ponzi o
estafa piramidal en la que se recupera lo invertido cuando se aportan nuevos
fondos al sistema.
Otro problema
recurrente es si Bitcoin funciona como un esquema Ponzi o no. Los usuarios
ingresan al sistema comprando Bitcoins contra monedas reales, pero solo pueden
salir y recuperar sus fondos si otros usuarios desean comprar sus Bitcoins, es
decir, si los nuevos participantes desean unirse al sistema. Para muchas
personas, esto es característico de un esquema Ponzi
Legislación
En septiembre de 2012
se creó la fundación Bitcoin Foundation, una organización sin ánimo de lucro, a
semejanza de otras como la Apache Software Foundation o la Linux Foundation,
para estandarizar, proteger y promover el bitcoin, y mantenerlo fiel a sus
principios fundamentales: una economía que no dependa de la política, abierta e
independiente.
A mediados de 2013, se
empezó a definir en algunos países la situación legal del bitcoin y de los
agentes de cambio que se utilizan para intercambiarlo por otras monedas.
En los Estados Unidos,
la Financial Crimes Enforcement Network (FinCEN), que es una agencia del
Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, requiere que las casas de cambio
que permiten el comercio de bitcoins por monedas nacionales, cumplan las
regulaciones contra el lavado de dinero.
Esto implica registrar
la información personal de sus clientes de la misma forma que lo hacen las
instituciones financieras tradicionales. Los usuarios de bitcoin están fuera
del alcance de la FinCEN, y no necesitan registrarse ni mantener contabilidad
de sus actividades para esta agencia.
En Alemania, la
inversión en bitcoins tiene un trato similar al de otros activos como el oro.
Su venta está libre de impuestos si se mantienen al menos durante un año. En
caso contrario, se grava a un tipo fijo del 25%, con los primeros 600 euros
exentos de impuestos.
La aplicación del IVA a
las ventas de bitcoins es un tema en evolución en la Unión Europea con notables
diferencias entre países. A inicios del 2015 en España se determinó que la
venta de bitcoins está exenta del IVA.
En Suecia en cambio han
tomado la decisión de referir a la Unión Europea a los efectos de dirimir el
tema. Posteriormente en Europa, a finales de octubre de 2015, el Tribunal de
Justicia de la Unión Europea (TJUE), declaró la compra-venta de bitcoins exenta
del pago de IVA, equiparando así su comercio al de otros mercados de divisas.
El 4 de septiembre de
2017 el Banco Popular de China prohibió que las empresas del país colocasen
criptodivisas como método para financiarse, la noticia provocó una fuerte
bajada de su cotización.
Controversia
Las críticas a Bitcoin
se fundamentan en dos aspectos. Por un lado, las repercusiones que puede tener
sobre los propios usuarios de la moneda; por otro, las repercusiones sobre la
sociedad en su conjunto, por su potencial de transformar las relaciones entre
los ciudadanos.
Los usuarios actuales
del bitcoin podrían sufrir pérdidas patrimoniales en el caso de una disminución
de su uso por el menoscabo de la confianza en el protocolo o la moneda, por la
volatilidad del tipo de cambio, por la pérdida irreversible de fondos debido a
robos en las casas de intercambio, errores en el software, virus informáticos,
ataques de denegación de servicio, etc.
Los defensores de los
bitcoin argumentan que ninguna organización ni individuo puede controlar
bitcoin y la red permanece segura aunque no se pueda confiar en todos sus
usuarios. En cualquier caso, las firmas de seguridad advierten ante la
posibilidad de robo del código a cualquier usuario o los ataques informáticos
contra las casas de cambio. Los piratas informáticos diseñan programas para ese
robo. Los analistas de Kaspersky divulgaron la identificación del troyano
CryptoShuffler, por ejemplo, diseñado para cambiar las direcciones de las
carteras de criptomonedas de los usuarios en el portapapeles del dispositivo infectado.
Dado que las operaciones realizadas no se pueden anular y es anónimo, cualquier
robo de datos no tiene solución.
Por otro lado, la
sociedad podría transformarse significativamente si el uso del bitcoin
consiguiera ser más o menos generalizado.
Los bancos centrales
verían limitada su influencia sobre los sistemas de pago, regulación,
estabilidad financiera, política monetaria y estabilidad de precios.
El anonimato de Bitcoin
puede simplificar la compra de drogas y otras mercancías ilegales, el lavado de
dinero y la evasión de impuestos.
Los gobiernos podrían
trasladar la presión impositiva hacia otros activos más fáciles de vigilar para
compensar las pérdidas de ingresos.
En mayo de 2013, el
Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos empezó a investigar a
la web Mt. Gox,[99] empezando en octubre del mismo año la actuación del
Federal Bureau of Investigation (FBI) contra la web Silk Road.
La bancarrota de la
plataforma de intercambio Mt.Gox, que en febrero de 2014 desapareció con
650,000 bitcoins de sus depositantes, alertó sobre la conveniencia de
regulación de este tipo de entidades.
Tras el colapso, la
presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, informó que Bitcoin es una
innovación que se encuentra al margen del sistema bancario y que por tanto no
estaba autorizada para regularlo.
El Banco Central
Europeo indica que no existe protección de depósitos para fondos en bitcoin, y
que es el propio usuario el que debe hacer frente directamente a todos esos
riesgos.
La operación normal de
Bitcoin se realiza bajo el supuesto de la libre y permanente disponibilidad de
la conexión a otros computadores a través de Internet. En tiempo de guerra,
diversos factores como eventuales ataques militares a la infraestructura de Internet
o prohibiciones gubernamentales de conexión al exterior (de forma similar a las
hoy existentes en Turquía o China) podrían obstaculizar la verificación de las
transacciones de bitcoins.
Como el bitcoin no está
respaldado por el gobierno de ningún país, no se rige por la normativa del
Fondo Monetario Internacional. Por esta razón, si el bitcoin alcanzare un valor
significativo, podría llegar a suponer una amenaza a la estabilidad de las
divisas mediante la puesta en marcha de ataques especulativos, a no ser que el
propio Fondo Monetario Internacional desarrollara algún método fuera de la
normativa actual para evitarlo.
Tailandia y China
fueron los primeros países en prohibir el uso de la moneda virtual Bitcoin al
entender que "no cumplen los requisitos para ser considerados una moneda
de curso legal", no pudiendo usarse como moneda, aunque esto no
desautoriza su uso entre los ciudadanos bajo su propio riesgo.
En Colombia, la
Superintendencia Financiera publicó una circular en marzo de 2014 (carta circular
29 de marzo de 2014), en la cual se advierte sobre los riesgos implicados en
las operaciones realizadas con monedas virtuales como el Bitcoin, y recuerda
que las entidades vigiladas por la Superintendencia «(...) no están autorizadas
para custodiar, invertir ni intermediar con estos instrumentos», ya que el
Bitcoin no se considera un activo que tenga equivalencia con la moneda legal de
curso en Colombia. De acuerdo con los criterios emitidos por el Fondo Monetario
Internacional, tampoco se lo considera una divisa, «(...) ya que no cuenta con
el respaldo de los bancos centrales de otros países». Sin embargo, esto no
constituye una prohibición para que los ciudadanos empleen y efectúen
intercambios con esta moneda, aunque la circular es clara al especificar que la
responsabilidad de conocer y asumir los riesgos relativos al uso de la misma
corresponde totalmente a las personas.
En otoño de 2015, el
bitcoin aumentó su valor un 97 %, superando los $490. El Financial Times
realizó un estudio y concluyó que esa rápida tasa de crecimiento estaba
asociada a la popularidad de las redes socio-financieras del empresario
ruso Serguéi Mavrodi.
En noviembre de 2015 a
raíz de los atentados atribuidos a ISIS en París, Bitcoin volvió a saltar a los
titulares, apuntándose como una de las posibles vías de financiación que
podrían estar utilizando los grupos terroristas. Pese a que no se presentó
ninguna evidencia concluyente, la Unión Europea estudia métodos de control para
todos aquellos medios que sirvan para realizar transacciones no bancarias.
Privacidad
Si un usuario quiere
funcionar de manera anónima en la red, es condición indispensable que no haga
pública la relación entre su identidad en la vida real y sus direcciones
Bitcoin.
Por otro lado, algunas
organizaciones e individuos pueden asociar de manera intencionada sus
identidades con sus direcciones para proporcionar un cierto grado de
transparencia. Por esta razón, algunos autores prefieren clasificar a Bitcoin
como una red basada en seudónimos en lugar de una red anónima. El uso de
seudónimos, al contrario que el anonimato, ofrece la posibilidad de generar una
reputación y confianza entre los usuarios.
Para facilitar el
análisis de todos los movimientos, varios sitios web proporcionan información
actualizada de todas las transacciones, incluyendo variables agregadas como el
número de bitcoins en circulación, número de transacciones por hora y tarifas de
transacción en cada instante.
Como el núcleo del
protocolo Bitcoin no cifra ningún tipo de información, todas las transacciones
son públicas y cualquier observador externo puede analizar en cualquier momento
su contenido, el origen y el destino de todos los mensajes. Esta característica
contrasta con el modelo bancario tradicional que oculta las transacciones del
escrutinio público.
Transacciones
Los bitcoins contienen
la dirección pública de su dueño. Cuando un usuario A transfiere algo a un
usuario B, A entrega la propiedad agregando la clave pública de B y firmando
con su clave privada.
A entonces incluye esos
bitcoines en una transacción, y la difunde a los nodos de la red P2P a los que
está conectado. Estos nodos validan las firmas criptográficas y el valor de la
transacción antes de aceptarla y retransmitirla. Este procedimiento propaga la
transacción de manera indefinida hasta alcanzar a todos los nodos de la red
P2P.
Finalmente la
transacción es validada.
El futuro del bitcoin
Actualmente existen
distintas corrientes de opinión sobre el futuro del Bitcoin.
Para algunas corrientes
detractoras «Existe un riesgo muy elevado de colapso del bitcoin que, según
muchos economistas, tiene un valor real de cero. El bitcoin es hoy en día una
mina a la deriva y casi todos los reguladores financieros advierten contra él».
Al tratarse de un sistema carente de respaldo alguno, ni de gobiernos ni de
entidad económica ni financiera, frente a esa eventualidad sus poseedores se
encontrarán indefensos.
Si el bitcoin y otras
monedas virtuales resultan un fiasco ¿aceptarán su responsabilidad, personal e
intransferible y pagarán los costes debidos o, por el contrario, pedirán
reparaciones, reclamarán compensaciones y culparán a los gobiernos y a los
reguladores de un eventual fracaso? Porque la especulación se alimenta con
frecuencia de la excusa "Nadie me lo impidió" como supuesto
exculpatorio. El reverso de esta falacia es la tendencia natural de la
regulación a ignorar los riesgos potenciales y acudir con la lengua fuera a
sofocar los daños cuando ya se han producido.
Otros factores que son
difíciles de evaluar y que pueden condicionar o impedir la viabilidad del
bitcóin serían los siguientes todos ellos en medio de una crisis importante de
la deuda y la masa monetaria fiduciaria.
Regulación o
restricciones de acceso a la red Bitcoin por parte de los gobiernos.
Aceptación en el
comercio electrónico y en tiendas.
Disponibilidad,
popularidad y eficacia de otras formas de pago presentes o futuras.
Reclamaciones por
derechos de propiedad intelectual.
Adopción de otro tipo
de moneda digital que compita con el bitcoin.
Para otros, el bitcoin
tiene un futuro prometedor como activo con todas las propiedades que un bien de
cambio puede tener: unidad de cuenta, reserva de valor y moneda de uso
corriente. Existiendo multitud de teorías sobre el avance exponencial del
bitcoin como elemento tractor de la nueva economía e internet de valor.
En el 2017 bitcoin ha
sufrido distintas amenazas y ataques desde frentes mediáticos, políticos,
técnicos y económicos.
Saliendo airoso de
todos ellos e imponiéndose como criptomoneda de referencia en el naciente
cluster empresarial de la criptoeconomía.
Técnicamente el Bitcoin
está en permanente evolución con una nutrida comunidad de desarrolladores, algo
normal dada su relativamente reciente creación (año 2009).
Bibliografía
Bitcoin: La moneda del futuro. Qué es, cómo funciona y por qué cambiará el mundo. Varios autores.
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