¿Por qué República Dominicana es considerado un pais pobres y tercermundista?

  


Le exponemos una sencilla explicación desde nuestra humilde opinión de por qué en la República Dominicana somos pobres.

 

La República Dominicana actualmente es mirada desde 2 perspectivas muy contradictorias. 

 

Por un lado nos califican de ser unos de los países del mundo con más potencial de crecimiento, pero por el otro, somos unos de los países con desigualdades más grandes en el seno de su población. 

 

Estos enfoques, ambos correctos, nos llevan a plantearnos una inquietud de porque, después de todos los esfuerzos realizados, seguimos siendo un país pobre; pobre en ideas, desarrollo, educación, ingreso, pero rico en corrupción, delincuencia, egoísmos y envidias.

 

Podemos comparar de una manera clara 3 países distintos del planeta como Dubái con un total de  4,114 km² o Suiza con un total de 41,285 km² y República Dominicana con un total de 48,311 km², es importante el contraste de estos territorios, no solo por su localización en Asia, Europa y América, sino por sus historias, disponibilidad de recursos naturales, condiciones naturales adversas y necesidades iguales. 

 

En una comparación de este tipo uno esperaría que el país con las mejores condiciones resultara el de mejor desempeño, pero no es así, República Dominicana a pesar de ser más favorecido en sus ventajas comparativas, es el menos desarrollado de los tres (3), con años de atrasos en todas las necesidades básicas como la salud y la educación entre otros, y con unas perspectivas no muy alentadoras.

 

A pesar de las riquezas que tiene República Dominicana en fauna, flora, minerales, piedras y metales preciosos y su gente, entre otros, se presentan los mitos que nos han ayudado a reforzar la idea de que somos pobres y los seguiremos siendo. 

 

Mitos como que los japoneses son más inteligentes, imaginativos, tecnológicos, o que los suizos son europeos, políglotas, famosos por sus relojes entre otras cosas. Estos son mentiras que nos hemos ido construyendo como excusa para reforzar la idea de que somos pobres.

 

La respuesta a este interrogante esta subvalorada. Se llama disciplina, y es el ingrediente básico de la productividad de los suizos, o de la cooperación de los japoneses.

 

Mientras un suizo trabaja 8 horas exactas, se enfoca en hacer su trabajo de la mejor manera posible sin perder un minuto de su tiempo en trivialidades. 

 

Mientras un japonés trabaja toda su vida, siempre tiene en mente un solo objetivo, y es generar bienestar para los suyos y su entorno. 

 

Esto contrasta radicalmente con la manera como trabajamos los República Dominicanos, ya que nuestros intereses son siempre particulares como la riqueza fácil, el éxito rápido, su propio beneficio sin pensar en los demás, descansar, hacer el menor esfuerzo y solo esperar para los fines de semana largos para irse a descansar. Esto es producto de la cultura dañina y corrupta que nos deja el narcotráfico y la corrupción, donde no importan los medios para conseguir el fin, es decir, no importa robar, matar, engañar, estafar o  secuestrar con el fin de conseguir nuestro sustento económico.

 

La disciplina es el pilar de la calidad, productividad, innovación, excelente servicio, generación de valor agregado y exportación de conocimiento. 

 

En República Dominicana estamos tan conformes con nuestro destino que la mayoría de los productos que exportamos no tienen valor agregado, o como los llaman en el mundo del comercio, son commodities. 

 

En República Dominicana estamos tan conformes con nuestra situación que nunca pensamos en el largo plazo, en el país que les dejaremos a nuestros hijos, o en que vamos a hacer nosotros en 50 años.

 

Además de la disciplina creo que existe un elemento multiplicador del progreso, muy usado en conversaciones por los dominicanos, pero poco utilizado en la práctica. 

 

El Bien Común debe ser el fin único de las iniciativas de progreso. La mezquindad y la búsqueda de intereses personales acaban con las pocas iniciativas que buscan mejorar la calidad de vida de la comunidad. 

 

Se dice, con mucha crueldad, que el que saca la cabeza se la cortan. Todos queremos ser protagonistas, pero ninguno antepone los intereses generales al particular.

 

Pero considero que mas importante que conocer cuál es la respuesta, debemos hacer énfasis es en donde esta esa respuesta. Debemos reconocer que los problemas que tenemos son responsabilidad nuestra y de nadie más. 

 

Tenemos el país que tenemos por nuestra culpa, por nuestro desgano. Es nuestra apatía, simpleza, falta de planeación, ligereza, indiferencia y generosidad con los corruptos, lo que ha alimentado el caldo de cultivo para que República Dominicana sea un país pobre.

 

Debemos tomar conciencia de esta realidad. Nuestra acción o reacción es definitiva para el progreso de nuestro país, pero no debemos confundirnos ni creer que hace falta un pro-hombre que nos saque de esta situación con propuestas muy audaces, no. 

 

Nosotros, cada uno de los dominicanos, debe aportar desde su posición tomando decisiones pequeñas pero correctas, tomando conciencia y haciendo respetar los derechos colectivos por encima de los intereses particulares. 

 

Por eso todos los dominicanos debemos cambiar de mentalidad, eliminar el chip de justificar nuestra pobreza e ignorancia, exijamos a nuestros gobernantes compromisos claros de castigo a la corrupción y progreso porque somos pobres porque no hemos exigido respeto a nuestro futuro.

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